
Lo que aprendí al enfrentar mis miedos más profundos
Durante años, me escondí detrás de excusas… hasta que no tuve más opción que mirar al miedo a los ojos.
Ese día, descubrí de qué estaba realmente hecho.
Hubo un tiempo en que el miedo lo controlaba todo.
Tomaba decisiones por mí.
Me paralizaba justo cuando más necesitaba avanzar.
Me hacía encoger… incluso cuando sabía que algo más grande vivía dentro de mí.
Pero lo peor no era el miedo en sí.
Lo peor… era la voz que susurraba:
“No eres suficiente.”
“¿Y si fallas?”
“¿Y si haces el ridículo?”
Y yo lo creía.
Durante mucho tiempo… realmente lo creí.
Hasta que un día, toqué fondo.
No emocionalmente. No financieramente.
Toqué fondo conmigo mismo.
Me di cuenta de que estaba viviendo una vida diseñada por mis miedos,
no por mis sueños.
Ese día, algo cambió.
No fue un momento mágico ni una frase inspiradora.
Fue una decisión:
No voy a seguir huyendo.
Enfrentar mis miedos fue brutal.
Dolió.
Me sentí expuesto, vulnerable, en carne viva.
Pero también fue el comienzo de algo extraordinario.
Porque al otro lado del miedo…
empecé a encontrar partes de mí que nunca supe que existían:
Fuerza. Claridad. Determinación. Fuego.
Cada miedo que enfrenté se volvió un maestro.
Cada obstáculo, una puerta.
Cada caída, la prueba de que podía levantarme otra vez—más fuerte.
Y hoy, cuando el miedo aparece—y sí, siempre aparece—
no lo alejo.
Lo escucho.
Le doy las gracias.
Y luego… me acerco a él.
Porque aprendí algo poderoso:
Lo que más te asusta…
es exactamente lo que más vale la pena hacer.
- ¡Cada paso hacia tus sueños tiene un precio, pero quedarte quieto cuesta mucho más! - julio 4, 2025
- El Núcleo de la Influencia - junio 30, 2025
- Lo que aprendí al enfrentar mis miedos más profundos - junio 1, 2025
Views: 64

