Puerto Juárez se ilumina con tradición y misticismo en el cuarto día del Festival Janal Pixan 2025
Con el mar Caribe pintado de tonos dorados al atardecer, Puerto Juárez se convirtió en un escenario vivo donde la historia, el misticismo y el orgullo cultural se entrelazaron para celebrar el cuarto día del Festival Janal Pixan 2025.

Más de 87 mil personas ya se han sumado a esta celebración que honra la vida y la memoria, transformando las calles del origen de Cancún en un lienzo vibrante de luz, tradición y alegría compartida.
Las familias comenzaron a reunirse desde temprano, llevando flores, veladoras y recuerdos en el corazón. El punto de partida fue el emblemático “Muelle de los Suspiros”, donde una conmovedora procesión marítima capturó cada mirada. Sobre las olas, catrinas y catrines navegaban como espíritus elegantes; embarcaciones engalanadas con velas y flores dibujaban un paisaje casi onírico, evocando el viaje eterno de quienes ya transitan el más allá.
Al avanzar la tarde, las calles se transformaron en una pasarela cultural sin igual. Entre música mexicana, risas y aplausos, catrinas y catrines de todos los estilos desfilaron con majestuosidad, recordándonos la belleza y solemnidad del respeto a nuestros difuntos, pero también la alegría que vive en el recuerdo.
La celebración continuó en el escenario principal, donde el talento local brilló con intensidad. La voz de Keyra Juárez estremeció a los presentes, seguida por la fuerza artística de la escuela de danza Talulah, el grupo Yaaxche del Instituto Tecnológico de Cancún, el Ballet Folclórico “Anirak”, la Compañía Municipal de Coro y el conjunto musical “Sabor con 6”. El espectáculo alcanzó su clímax con la pasarela del concurso de catrinas y catrines, una verdadera muestra de creatividad, identidad y respeto por nuestras raíces.
Pero el Janal Pixan va más allá del espectáculo. A lo largo de todo el recinto, 51 altares se levantaban como jardines de memoria, cada uno contando historias distintas pero unidas por un mismo sentimiento: honrar a quienes ya no están con nosotros. A su vez, más de 50 puestos gastronómicos y 120 artesanos y emprendedores ofrecieron desde pan de muerto recién horneado y platos tradicionales, hasta piezas de arte y joyería que reflejan el alma mexicana.
El Janal Pixan ha dejado de ser únicamente una tradición ancestral: hoy es una llama viva que se expande cada año, fortaleciendo la identidad cancunense y uniendo a sus familias en un abrazo lleno de cultura, gratitud y amor por nuestras raíces.
En Puerto Juárez, entre caracoles ancestrales, velas encendidas y sonrisas llenas de emoción, la memoria se celebra, la vida se honra y el corazón del pueblo late más fuerte que nunca.










