
UNA VACUNA CONTRA EL MIEDO (III)
Tras unos instantes cegadores por el impacto de un relámpago, sus pupilas se adaptarían a aquél potente haz de fotones que le permitiría advertir un entorno nunca antes escrutado. Su tez era un poema de fascinación. Sus ojos se movían vertiginosamente de un lado a Read More …